Diferencias en la reflexión de la luz en el campo de la moneda. El campo de la moneda puede ser opaco en algunos lugares, incluyendo el contorno, lo que produce una reflexión de la luz desigual.
Diferencias en el color de la moneda. El campo de la moneda puede tener diferentes colores, a veces apareciendo homogéneo y otras veces rayado o manchado. Estos colores pueden variar según la inclinación de la moneda con respecto a la posición de la luz.
Diferencias en el peso específico de la moneda. Cuando el metal más pesado utilizado para la preparación de una aleación específica está presente en mayores o menores cantidades, puede dar lugar a una diferencia en el peso específico de la moneda.
Diferencias en la atracción magnética de la moneda. Las monedas ferromagnéticas tienen momentos magnéticos elementales muy intensos y son fuertemente atraídas por un imán. Las monedas paramagnéticas tienen momentos magnéticos elementales bastante débiles y son débilmente atraídas por un imán. Las monedas diamagnéticas tienen momentos magnéticos iguales a cero y son débilmente repelidas por un imán.
Diferencias en la porosidad de la aleación. La superficie de la moneda puede ser porosa, o los metales constituyentes pueden dosificarse en las proporciones correctas pero mezclarse deficientemente. Estas imperfecciones se manifiestan por rayas oscuras y claras claramente visibles en ambos lados de la moneda, incluyendo el borde. En algunos casos, estas imperfecciones pueden ocurrir juntas. Un ejemplo de este fenómeno se puede ver en los céntimos del Reino de Italia, donde los ejemplos destacan estas particularidades. Durante el aplanado de la lámina destinada a cortar las rondas (Laminación), estas rayas tienden a expandirse aún más, destacando este fenómeno.